martes, 10 de julio de 2012

Los cartularios

El cartulario o Códice diplomático (Codex Diplomaticus) son manuscritos que contienen transcripciones  de documentos originales sobre los privilegios y derechos legales de los monasterios. Conseguían de esta forma  asegurar la supervivencia de unos derechos adquiridos. Estos documentos adquirían diferentes denominaciones en función de la zona: en Galicia y León se les llamaba Tombo (Tumbo), en Navarra y Castilla era el  Becerro. Son documentos escritos con posterioridad al hecho que narran. Pueden ser copias de un texto íntegro de un documento o extractos del documento. Tanto en un caso como en otro hacían referencia al lugar donde se encontraba el original por si era necesario consultarlo. El nombre de tombo - tumbo - o becerro viene debido a que estos libros por su tamaño no se colocaban en posición vertical sino en posición horizontal, acostados.
Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) se destruyeron gran parte de estos documentos. El objetivo era eliminar cualquier tipo de prueba relativa a los derechos adquiridos por la nobleza y el clero.
El paso de la Edad Media a la Edad Moderna supone una transformación en la regulación y organización de la tierra entre los distintos grupos sociales. Adquiere cada vez más importancia el contrato de derecho privado. El fuero asegura unas condiciones de disfrute más estables y uniformes. El vasallaje y otros servicios personales pierden peso. A cambio de una renta fija se consigue el disfrute por varias generaciones.
Aparece un nuevo grupo social, los hidalgos: herederos del clero, escuderos, escribanos, ... grupo social enriquecido de distinta forma que convirtieron su patrimonio en morgados (vínculos de tierras en torno a una organización, linaje). Durante varios siglos junto a la jerarquía eclesiástica fueron la élite política, económica y social de Galicia. Ocupan el lugar en el estamento social que dejan los nobles obligados a emigrar a la corte por los Reyes Católicos (acto para reafirmar la autoridad real frente al noble). Consiguieron reorganizar las extensiones de los monasterios y nobles. Tomaron en foro estas grandes extensiones y ellos a su vez las aforaron a los campesinos. Eran por tanto intermediarios entre la nobleza y el clero y los campesinos, hecho que le proporcionaba beneficios.
La situación llevo a que como consecuencia de esta organización de tierras los hidalgos recibían más que los nobles y clero. Lo que llevo a estos a no renovar los fueros a los hidalgos (despojo) cuando caducara el contrato (vida de tres reyes). Los hidalgos viendo que sus ingresos disminuían a mediados del siglo XVIII ponen en marcha vías de presión y se presentan como defensores de los campesinos frente al noble y clero. Campañas  por uno y otro lado en busca del desprestigio (polémica de los despojos).
La influencia social de la hidalgía gallega era tal que en 1763 Carlos III emite una Real Pragmática en la que ordenar parar con los despojos y renovar los contratos de forma automática. Todo ello mientras no se juzgara la relación hidalgo - noble. Con posterioridad tribunales castellanos y gallegos dan la razón al hidalgo en el disfrute del foro.
Todo esto se mantuvo hasta 1926 donde el Real Decreto - Ley de Redención de Foros donde propicia la desaparición de la totalidad de los contratos forales y facilita el acceso de los campesinos a la propiedad de la tierra que fue trabajada durante siglos.

miércoles, 4 de julio de 2012

El fuero en Galicia en la Edad Media

Fuero es sinónimo de otorgar privilegios. Y en función de como sean estos podemos distinguir entre fueros municipales, en este caso los reyes otorgaban privilegios o derecho a la población de una ciudad y contratos forales, estos contratos permitían a un individuo, familia incluso descendientes disfrutar de bienes que eran cedidos a cambio de una renta.
Para darse cuenta de la trascendencia del contrato foral en la población orensana y gallega de la edad media (incluso más allá de la edad media podríamos incluso llegar a principios del siglo XX) es necesario conocer las características de la sociedad de ese tiempo.
Una sociedad que tiene como principal recurso la agricultura. Pero las tierras se encuentran dominadas por el clero y la nobleza. Estas incapaces de cultivarlas veían una salida a sus tierras el cederlas a cambio de una renta. Vemos diferenciados los distintos grupos sociales que tendrán mejor o peor relación de acuerdo a las características de la cesión. El pueblo trabajaba las tierras. Esta relación quedaba plasmada en el contrato foral. Fue tan frecuente en Ourense y en Galicia esta cesión de derechos que se formó el llamado sistema foral.
Aunque la base es la misma, las características sociales hacen que se distingan tres períodos: sistema foral de la Edad Media (XII-XIV), Moderna (XV y XVII) y Contemporáneo (XIX y XX).
El sistema foral más antiguo es el del siglo XII. En este momento el clero y los monasterios acumulan más y más tierras como consecuencia de las donaciones que realizaban los reyes y feudos. La explotación de ellas era muy insuficiente o nula. Los monasterios vieron una oportunidad de obtener más ingresos si cedían las tierras para que otros las explotasen a cambio de una renta. Los primeros contratos que se celebraron durante el siglo XII no ponían una fecha de fin de contrato. En el siglo XIII si se establece ya una duración de tres generaciones (tres voces). Más adelante el duración del contrato ya no era con las generaciones familiares sino con los reyes. La duración del contrato se relacionaba con el período de reinado de dos, tres o cuatro reyes (generalmente tres).
En el contrato foral queda determinado quien tiene el dominio directo o eminente, es decir el que corresponde al titular de la tierra y que es el que la cede y quien tiene el dominio útil, es decir, quien tiene el derecho de cesión y por tanto de trabajo de la misma.
Esta cesión de tierras suponía que quien las recibía se convertía en vasallo (todo aquel de categoría inferior que se ponía bajo la protección de otro de categoría superior) de quien las cedía. En este caso se convertían en vasallos del clero, del monasterio. Todo un sistema feudal que acompañaba al contrato foral. Los que recibían la concesión estaban obligados a realizar servicios, pagos en efectivo, pagos en especie. Incluso al abono de la loitosa o pago que se realizaba cuando se producía la transmisión de la concesión de una a otra generación.

Veamos el quirógrafo (en otro momento escribiremos acerca de como se elaboraba) de un contrato foral. 


1476, xuño, 3. Sta. María de Montederramo.

Foro de distintos bens sitos na freguesía de San Salvador de Cristosende outorgado por Gonzalo de Queiroga, abade do Mosteiro de Santa María de Montederramo, a Men Fernández de Cristosende e á súa muller, María Fonso.
Orixinal, carta partida por abc; pergameo; escritura cortesá inicial; galego; 245 x 135 mm.

Mosteiro de Santa María de Montederramo.

Firmado por A.B.C.

A..B..C. Sepam quantos esta carta virem como nos dom frey Gonçalo de Queiroga abbade do moesteiro de Santa Maria de Montederramo con outorgamento de frey Gomez prior et de frey Juam de Pradomao et de frey Juam do Orto et de frey Pedro de San Lourenço et de frey Juam da Vreira mojes do dito noso mosteiro, [...], fazemos foro et carta a vos Meen Fernandes de Christosende et [a v]osa moller Maria Fonso et a tres fillos ou fillas [que] anbos ajades [...] vos aforamos as nosas cabanas da Costa que estan na costa de Christo[sende] con o lugar do Outeiro et con outro lugar de Pedro de Pol que som soo sino de San Salvador de Christosende [...]. Con tal pleito et condiçon que nos paguedes en cada hun ano por renda destas sobreditas cabanas huna fanega de çenteo et [...] de dereitura et loytosa cada persona a seu finamento dez et oito  marabedis vellos. [...] Et terredes estas cabanas en boo reparo [...]; et faredes servyço a nos dom abbade en dia de santo Adrao cada hun ano et con o serviço que trouxerdes trajeredes pam et vinno et seredes noso [vasalo serven]te et obediente con ste dito foro [...] Et se quyserdes vender [ou supinorar] este dito foro que frontedes ante a nos et nos non no querendo por lo justo preço que entom o posades vender a tal home que seia voso semellante que cunpra bem as condiçons na dita carta et non seia scudeiro nen home poderoso [...]. Et eu Meen Fernandes que presente soo asy o riçibo de vos dom abbade et prior et conbento et obligo a myn et a meus beens de conprir todo o contiudo neste dito foro. Et nos dom abbade et prior et conbento asy volo outorgamos et obligamos a nos et aos bens do dito noso mosteiro de vos defender por dereito con este dito foro en verdade do qual mandamos fazer duas cartas anbas de de (sic) hun tenor partidas por abc et firmadas de noso nome.
Que foy feito et outorgado este dito foro no noso mosteiro dentro no noso cabido, a III dias do mes de juyo ano de mil CCCC et setenta et seis anos.
Testigos que foron presentes: Ares de Goo et Lopo de Labaste et Juam do Freixo et outros. 


martes, 3 de julio de 2012

Edificio Viacambre


Situado en el corazón de la "milla de oro" de Orense. En la calle del Paseo. Uno de los edificios de la ciudad que más fotografías recibe de los turistas que visitan la ciudad. El edificio donde está más caro el metro cuadrado.

Con unas galerías que conectan la Calle del Paseo con la Calle de Santo Domingo, a decir verdad no se comportan como unas auténticas galerías sino como otra calle más del callejero, hasta podríamos llamarle "calle Viacambre" y esto por la cantidad de gente que diariamente la recorre e uno u otro sentido.

Galerías que albergan gran número de negocios: cafeterías, complementos, comercios de moda masculina y femenina, peluquería, salon de juegos recreativos,... Algunos de toda la vida, otros más recientes.

Por encima de la galería, el edificio alberga locales comerciales, también de todo tipo y condición. Y por encima de estos, las viviendas, con una fachada de auténtico lujo.

Fachada, que en otro tiempo supuso la burla y la mofa de muchos ciudadanos, muchos de ellos quizá llevados por la envidia, supone hoy en día todo un símbolo por su belleza y singularida.

No es el primero que dice que había que cobrar por cada foto que se le saca al edificio. Con independencia de esta anécdota lo que si es cierto es son numerosos los turistas que plasman en sus fotos la fachada del edificio.

Este es el edificio Viacambre

sábado, 2 de junio de 2012

La caída de General Motors

"Lo que es bueno para el país es bueno para General Motors y viceversa", fueron las palabras de Charles Wilson, consejero delegado de General Motors, con motivo de su investidura como secretario de Defensa de Estados Unidos.
General Motors suponía el 10 % de la economía del país y representaba el 50 % de la industria del automóvil. Estos datos por si solos confirmaban las palabras de Wilson.
GM iba a mucho más allá de su repercusión en los Estados Unidos. GM mostraba al resto del mundo el modo estilo de vida americano, donde capitalismo es sinónimo de progreso, de bienestar, de calidad de vida, en definitiva de unidad. Y aquí, en la simbiosis y unidad que representaban GM y USA, termina con la recesión de ambas en un efecto sin parangón desde la gran depresión del 29.
GM es nacionalizada, el estado se hace con el 70% del accionariado de la empresa. La empresa cae. El símbolo de los Estados Unidos se ve incapaz de continuar. La historia dirá si es la última empresa en caer.
Las décadas de los 50 y 60 supusieron cenit empresarial de GM. Su método de trabajo, su esfuerzo en I+D, su gestión suponían un ejemplo para el estadounidense. Tiempos de gasto, tiempos de consumismo.
Alfred Sloan, que fue presidente de la empresa entre 1923  y 1956, puso en marcha un programa de excelencia empresarial: la introducción de pequeños cambios que enfatizaban cada temporada pasando de moda de un año para otro. Se busca la renovación continua. Todo el país recoge la idea. La sociedad americana se convierte en una sociedad consumista. Lo que hoy está de moda, mañana puede no estarlo Así es el concepto de vida americano.
GM no solo influyó en la instauración de las modas. Supuso también la diferenciación social en base a su capacidad de poder. El rango social y el poder adquisitivo del norteamericano son una realidad que se refleja en la compra del automóvil. A tal nivel tal coche.
General Motors se convierte en el reflejo de la sociedad americana y viceversa
Así es América